viernes, 1 de mayo de 2009


Ungí de mis mieles tu piel, para resbalarme en ti de pies a cabeza con la absorción de lo cactáceo orgiasticos, los poros en fundidos empujes electrizando ritmosy el vaiven de mi latigo, volcanizando la sangre, cual dadiva en tus muslos.

Ardiendo mi agua en lo concávo, llegando muy caliente en oleadas a tu boca, desconociendo origenes, te bañé en lo de mi rojo carneci para que bebieras todo, resbalé mis uñas en tu espalda, habitadas en sus petalos por suavidad tactil, armonica tonada.

Ahí surgio el miedo en tus ojos, conociendo tus miedos empese con mas tormentos, y tu temiendo lo que sera de ti, profané lo que muchos seria perder su hombria, convertida despues en peso yerto algo mio no acabó de encontrarse en tí dentro, no vino el hombre solo se quedo el perro, aquel se quedó en tu corazón pulsando en un futuro mi recuerdo, intuido advenimiento de trascendencias, disputandose tus sentires, en tus incontables caminos.

Obligandote a vagar por un anhelo, tejiendo inutilmente, atando hilos, que se rompen, que se pierden, que no vuelven por que ya no estare a tu lado.

Siempre tendré algo que ofrecerte: susurros humillantes, dolores incurables en la mente, la extremaución de lo vivido, dimitiendo alguna huida tuya, en el celaje de un relampago, algun arpegio, en la magia de mi sexo y torturas vividas.

1 comentario:

  1. Caray... no es mi rol pero me acaba de dar un repelus asi por la espalda....
    Me ha encantado

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